sábado, 24 de octubre de 2009

Closed

Tenía la mente y el corazón llenos, como un río a punto de desbordarse. Era incapaz de seguir caminando pues el peso de su cuerpo y de su alma era demasiado grande para dar un paso más. Los pensamientos, las preocupaciones, la carrera contra el reloj, que no es que no se detuviera, sino que parecía que aumentara la velocidad por momentos, le decía que la partida estaba prácticamente perdida. Estaba tan saturado su interior que no le permitía avanzar. Era como estar en un cuarto oscuro, hermético donde no había ni una minúscula grieta que dejara atravesar la luz.

Necesitaba una tregua, aunque fuera un pequeño instante para dejar la carga a un lado y tomarse un tiempo para respirar, para oxigenar no sólo los pulmones sino el alma.

Tal vez estaba buscando la llave en el lugar equivocado. No la había perdido, simplemente no recordaba dónde la había dejado.

Pensó que la solución era sacar las cajas de cartón e ir depositando en ellas aquello que le aprisionaba, que no le dejaba el espacio suficiente y guardarlas en el trastero. Después, se sentó en el suelo de la habitación vacía, contemplando la luz que entraba por la ventana...

jueves, 8 de octubre de 2009

Aire

Inspiro lentamente, dejo que el aire de un color dorado y cálido vaya penetrando en mi interior, ese interior que un otoño más viene cargado de nuevos propósitos, de incertidumbres, de ilusiones, de nervios, de comienzos... Y poco a poco se va oxigenando cada célula de mi cuerpo, se va iluminando cada rincón de mi alma.

Retengo unos instantes ese aire, que se mezcla con mi sangre, mis pensamientos, mis dudas y mis miedos y no puedo evitar sentir angustia y alegría a un tiempo.

Espiro y la corriente va empujando hacia afuera toda sombra de oscuridad, liberándome de aquello que oprime mi mente y mi corazón.

Pero el proceso no es algo aislado, se repite continuamente en cada instante de nuestra existencia, recordándonos que el aire circula en ambos sentidos y que somos nosotros mismos los que tenemos la capacidad de dejarlo fluir...

Mi foto
Porque los senderos son sabios y las casualidades siempre tienen una razón de ser...