sábado, 19 de noviembre de 2011

Pasear por esas callecitas tan estrechas...


Siempre me habían dicho que era una ciudad mágica y la verdad es que las voces que me lo decían no estaban equivocadas. El olor a azahar y jazmín. La luz que la alumbra, presente incluso cuando el cielo está gris y que da vida a sus calles. Los balcones llenos de flores adornando fachadas de mil colores. El río, arteria principal, historia viva de épocas de esplendor, punto de partida de un viaje hacia lugares desconocidos. Los puentes, lazos que unen a sus habitantes. La alegría de sus cientos de bares en los que el arte, la tradición y la religiosidad compiten por llenar sus paredes. Las campanas de sus numerosas iglesias que dan testimonio de su presencia, aunque cierres los ojos y no las veas...
Ciertamente sí, es un lugar mágico. Y esa magia se acrecienta cuando vas descubriendo la ciudad caminando junto a alguien que te llena el corazón de paz y serenidad. Alguien a quien el camino lo ha llevado hasta allí y que aunque ahora tenga el alma llena de inquietud por los cambios, estoy segura de que dará con la clave de su felicidad porque él me enseñó que somos del planeta de los sueños imposibles de no realizar.
Millones de gracias, amore.

viernes, 28 de octubre de 2011

Si pongo el alma...


Hacía mil que no pasaba por aquí a dejar volar mis pensamientos. Hoy ha sido un día largo y duro, con momentos tristes, otros agobiantes, sonrisas cómplices, mucho trabajo, lecciones de amor...
Esta mañana, mientras despedíamos a su madre, mi amiga Beatriz me recordó que más allá del dolor, del sufrimiento, de la pérdida... el AMOR permanece. La estaba escuchando y pensaba que yo no sé si hubiera sido capaz de subir allí arriba y desnudar mi alma como ella lo hizo. Le ofreció a María su pequeño y al mismo tiempo gran regalo que llevaba escrito en su interior con grandes letras la palabra GRACIAS.
Mientras estaba sentada en la iglesia, miraba a mi lado, a ese niño grande que siempre está ahí y daba las GRACIAS. Después, cuando llegué al maset a comer y miré a mi alrededor, la misma palabra no dejaba de rondar en mi cabeza.
Y la tarde de trabajo fue dura y muy muy larga, pero compartirla con él hace que la carga sea más liviana. Y el GRACIAS seguía ahí latente... Y es que: "La rutina de un día más se evapora cuando tú estás..." Aunque tiemble cuando le toca conmigo porque dice que le doy mucha caña :) Supongo que me aferro al amor platónico porque confío en que me hará mucho menos daño o porque tengo tan claro que está prohibido dar un paso más, que intento disfrutar cada segundo de lo poquito que me ofrece sin que él se dé cuenta de que para mi es casi casi un Universo... A veces pienso que tal vez sea un acto de cobardía por mi parte, no sé.
Y después de cenar, conteste a un e-mail al que no me apetecía mucho responder. Quería hacerlo con indiferencia, pagándole con su misma moneda, porque pensándolo fríamente no merece más, pero soy incapaz de hacerlo porque yo sí "pongo ganas, pongo corazón, pongo el alma aunque muchas veces mis días se estrellen contra el suelo". Y volvió a aparecer la palabra del día: GRACIAS. Porque me quedo con lo bonito y por haber sido capaz de ver la "parte fea" antes de que mis pasos se dirigieran hacia el precipicio sin remedio.
Y ahora, mirando las fotos de mi última escapada para elegir una para esta entrada, la palabra continúa resonando en mis oídos al recordar cada rincón de esas calles empedradas, cada momento vivido, mientras la ilusión me invade esperando la llegada de mi próximo viaje... :)

http://www.youtube.com/watch?NR=1&v=A57wAKJ9kzs

miércoles, 31 de agosto de 2011

Barcelona


Parecía que el decir que me iba sola de viaje era raro no, lo siguiente. Supongo que en una ciudad pequeña como en la que vivo era algo inconcebible. Pero precisamente por eso necesitaba irme a perderme a un lugar grande, lleno de gente, en el que, paradójicamente, pudiera estar sola. Tenía muy claro que me quería ir y al mismo tiempo estaba aterrorizada porque era la primera vez que realizaba un viaje sin compartirlo con nadie. Era miedo ya no a la soledad en sí sino a que tener tanto tiempo para escuchar a mi interior acrecentara el malestar que me corcomía por dentro. Aunque realmente me sentí muy acompañada porque aquellas personitas a las que adoro estuvieron conmigo, compartiendo el viaje desde la distancia. Era como si me los hubiera llevado a todos en la mochila :)
Barcelona fue el destino escogido, una ciudad que a pesar de lo cerca que la tengo he pisado poco y cuando lo he hecho ha sido de pasada. Me perdí por sus calles, caminando sin parar, dejándome fluír y, poco a poco, notaba que la ciudad me atrapaba en su red. Era una sensación controvertida y placentera al mismo tiempo: me sentía como una minúscula parte de ella y por otro lado sentía que mi yo crecía, haciéndose cada vez más presente. Llevaba muchos días intentando buscar una definición a mi estado de ánimo: no estaba deprimida, no estaba ansiosa, ni cansada, ni con la autoestima por el suelo, ni incompleta, ni desanimada, ni insegura, ni decepcionada, ni perdida... era una mezcla de todo ello y no era nada de eso. Y al final, después de muchos kilómetros andados, de visiones impresionantes, de olores y sabores nuevos, escuché la palabra que buscaba sentada en la butaca de un pequeño teatro: "Des-penjada" (descolgada). Sí, era eso. Me sentía como una pieza de puzle perdida, que no encuentra donde encajar, que no sabe bien que es lo que busca, que cuando cree que ha hallado su lugar se da cuenta de que allí tampoco es. Alguien que ha llegado tarde al andén y el tren ya se ha marchado... Y mire a mi alrededor y entonces me dí cuenta de que no era la única que estaba en esa situación, que todos, en cierto modo y en algún momento (o en varios), nos sentimos así. Supongo que forma parte de nuestro camino en busca de la felicidad, de nuestro crecimiento personal. Pero lo importante es no dejar de buscar y disfrutar de todo lo positivo, de los pequeños grandes momentos que en el camino encontramos y que, cuando nos "descolguemos", creamos siempre que volvernos a subir al mundo es posible, porque dentro de este gran Universo hay otros pequeños, diferentes entre sí, ya que cada uno construímos el nuestro...

viernes, 26 de agosto de 2011

Desconexión


El verano está a punto de terminar y este año no ha sido sinónimo de descanso, todo lo contrario, me ha recordado a los veranos de dobletes interminables en los que acababa como si me hubiera arrollado un tren. Este año me siento un poco así, pero creo que la que está todavía más cansada es mi mente: cansada del trabajo con 50 millones de cosas en la cabeza al mismo tiempo dando el 200%, cansada de estar siempre pendiente de las necesidades de los otros sin escuchar lo que mi corazón le pide, cansada de ilusionarme y tropezar una y otra vez... y al mismo tiempo, cansada de sentirme así cuando tengo la suerte de tener tanto de bueno a mi alrededor.
Mañana me subo a un tren, desconecto, sola, hacia un lugar que apenas conozco. No dispongo de mucho tiempo pero necesito parar, serenarme, coger aire y sentir como se van oxigenando mis células, recuperar la energía perdida en estos últimos meses. Espero conseguirlo...

martes, 2 de agosto de 2011

Una vez más...


Una vez más llega el desencanto y ese sabor amargo que queda cuando las cosas no son como las había imaginado y que conozco tan bien...
Pensaba que esta vez sí pero el príncipe, como siempre, se convirtió en rana. Y lo peor de todo es intentar buscar un porqué, una explicación lógica y razonable a este sin sentido, a este ahora sí, ahora no y no encontrarla por ninguna parte.
Y cuando no la encuentro paso a creerme que la culpable soy yo, que hago las cosas mal, que el poco interés que pueda despertar se desvanece cuando se me conoce mejor hasta convertirse poco más que en aburrimiento.
Y al mismo tiempo, pienso que el problema es que soy demasiado transparente, demasiado sincera, que no dejo ni una pizca de misterio a mi alrededor, que me entrego sin reservas, dejando a mi corazón vulnerable al mínimo ataque...
La verdad es que esa intuición que tan pocas veces me falla me decía desde el principio que algo no iba bien, que por mucho que quisiera autoengañarme había tropezado con un sapo más. Pero mi fe y mis ganas de que esta vez el príncipe viniera a sacarme de mi torre nublaron mi vista, haciéndome creer que íbamos a ser felices y comer perdices.
No sé si encontraré algún día al verdadero o si seguiré llenando la charca de sapos, pero sí sé una cosa: he sido capaz de abrir la ventana al amor que estaba cerrada a cal y canto desde hace mucho tiempo y, aunque no haya salido bien, para mi ha sido un paso de gigante que me ha llevado a descubrir que soy mucho más fuerte de lo que creía...

sábado, 23 de julio de 2011

Rompiendo esquemas...

Haces que se me pasen las horas a tu lado como una exhalación. Intento respirar cada segundo como si fuera el último soplo de aire que mis pulmones puedan captar, para no perderme nada de ti. No puedo parar de sonreír y de reír y, al mismo tiempo, tengo un miedo atroz. Miedo porque cada vez me doy más cuenta de que te necesito, de que te quiero en mi vida y por otro lado siento que hay cosas que no tienen cabida en esos esquemas que creía tener tan claros y que cada vez se vuelven más borrosos a mis ojos. El corazón me arde por dentro en una mezcla de felicidad y duda infinitas. Tengo tantas ganas de abrazarte, de besarte, de dejar de fingir que sólo nos une nuestra pasión por la escena, por el mar, por los paseos interminables... Quiero gritar lo que siento, vencer esa inseguridad que se convierte en un muro alto e infranqueable y tener el valor suficiente para vivir el presente y no dejarme llevar por los fantasmas del pasado que predisponen mi futuro, haciéndome caminar en círculos donde la historia se repite una y otra vez.

domingo, 26 de junio de 2011

Hoy

He tenido un par de semanas en que el estrés ha sido el dueño de cada instante, cobrando tal fuerza que se ha extrapolado a todos los aspectos de mi vida, convirtiéndose en un sentimiento que me ahoga, que ve fantasmas donde seguramente no los hay y que hace que mi inseguridad y mi pesimismo, mi miedo a que la historia se repita una vez más, me invadan de forma tal que no consigo ver luz sino la más absoluta oscuridad. Me da rabia que sea así, pero no puedo evitarlo. Tengo la mala costumbre de dar cien mil vueltas y analizar todo una y otra vez.
Pero esta noche se ha esfumado todo eso. Es como si estas dos semanas hubieran sido un paréntesis, una prueba de fuego para darme cuenta de que no todo es tan complicado como mi cabeza me quiere hacer creer. Que debo aprender a relajarme y disfrutar del instante, sin pensar en qué sucederá mañana. Porque lo que suceda, será porque tenía que ocurrir, pero ya llegará. Ser capaz de vivir el presente sin que los fantasmas del pasado ni la incertidumbre del futuro me atormenten.
No sé si he encontrado ese love que tanto he esperado desde siempre, sólo sé que esta noche me voy a dormir con la imagen en mi retina de una bonita sonrisa... :)

domingo, 5 de junio de 2011

El cielo tiene otro color...

Estoy aquí sentada, delante de la pantalla del ordenador, sonriendo como una tonta, recordando cada segundo de las últimas 6 horas y, de repente, me llega un mail tuyo y ya me acabas de desarmar...
http://www.youtube.com/watch?v=OF9Lc0jScBg

martes, 31 de mayo de 2011

De alumna a maestra...


Es curioso como en un día he tenido que cambiar de rol. Hoy era yo la "experta" para mi compañera nueva. Creo que me había acostumbrado a ser la alumna obediente, dejando que fueran mis compis las que llevaran las riendas. Sí, tal vez, era una postura muy cómoda y necesitaba ese empujoncito "forzoso" para abrir mis alas y demostrarme a mi misma que puedo volar sola, creer que dentro de mi tengo todas las herramientas necesarias para poner en funcionamiento la maquinaria de la confianza y la seguridad en mi misma. Esa máquina que a veces pienso que se está oxidando con mis dudas e inseguridades... Y la mañana fue mejor de lo que esperaba, sinceramente.

Y la tarde, la mejoró. Hacía muchos días que estaba esperando oír esa voz que me habla de paisajes lejanos, de melodías desconocidas y al mismo tiempo de sensaciones cercanas, de las cosas sencillas del día a día; que me hace esbozar una sonrisa desde el primer instante que la escucho y que no se borra, al contrario: se perpetúa en el tiempo. He de reconocer que estoy algo asustada porque aunque todo va pasito a pasito sin saber muy bien hacia dónde, mi corazón se está acelerando por momentos y tengo miedo de construír castillos en el aire que se esfumen con el viento. Siempre he sentido ésto cuando a la otra persona la conocía o creía conocerla bien y estoy bastante desconcertada de que ahora me esté ocurriendo con alguien a quien estoy empezando a descubrir. ¿Será porque esta vez sí? No quiero pensar, sólo nadar en este nuevo mar y dejarme mecer por el susurro de su voz...

lunes, 9 de mayo de 2011

Sorpresas te da la vida...

Era una noche mágica. Me sentía inundada de felicidad porque iba a ver como mi hermanito disfrutaba mostrando su gran pasión a los demás. Aunque dentro de mi corazón me sentía un poquito triste porque me faltaban personitas importantes compartiendo el momento...
Tenía la esperanza de que mi cafetero apareciera por allí, aunque no me voy a engañar: las posibilidades eran de una entre cientos de miles de millones y las estadísticas se cumplieron...
Aunque no lo eché de menos. Esa noche fuimos uno más. En la cena acabó sentado a mi lado y me llamó la atención su sonrisa tímida. No sé si fue el vino mezclado con la ilusión y la emoción por lo que íbamos a vivir, pero mi vergüenza infinita, que siempre me acompaña, comenzó a esfumarse...
Es curioso, porque normalmente no me pasa, tener tantas ganas de volver a ver a alguien de quien no sé nada pero al que me apetece descubrir. ¿Se estarán abriendo las puertas?

sábado, 30 de abril de 2011

Círculos


Cuando los círculos no se cierran, siempre corres el peligro de volverte a ver caminando sobre ellos. Así es como me siento yo ahora, dando vueltas sin parar, repitiendo las mismas situaciones, las mismas sensaciones... incluso las mismas palabras.
Aunque no es exactamente igual, porque yo sé el daño que puede hacerme entrar en su juego y creo que, de alguna manera, estamos intercambiando los papeles. Ahora tengo la sensación de que es él el que intenta desesperadamente que ese hilo que frágilmente nos une no se rompa. El problema es que yo, en el fondo y por momentos, también lo deseo. Pero al mismo tiempo pienso que igual es porque no veo otras opciones en mi horizonte y me aferro a ésta...
No creo que quisiera hacerme daño a propósito y además no quiero juzgarlo. No puedo pretender juzgar a alguien sin conocerlo. Sí, sin conocerlo, porque cuando parece que desnuda su alma frente a mi, de repente se pone la coraza y ya no sé qué pensar.
La otra noche me sentí bien y mal al mismo tiempo. Por un lado mis palabras fueron capaces de vencer el miedo y sacar la espina que me clavó hace tiempo, demostrándole que las personas tenemos sentimientos y que no se debe jugar con ellos. Y por otra parte, fui consciente de que esas palabras no eran las que él quería oír y que le estaba haciendo daño al pronunciarlas, de hecho la conversación se cortó, aunque creo que eran necesarias para dejar claro en qué minuto del partido estamos.

jueves, 7 de abril de 2011

No entiendo nada...

Apareces de nuevo en mi vida, como si nada hubiera pasado, como si hubiéramos hablado ayer, tan encantador como al principio.
No sé si es que te fuiste de vacaciones o que te sienta mal el invierno y reapareces en primavera como las flores...
Me dan ganas de decirte cuatro cosas, aunque por otro lado, eso sería darte más importancia de la que tienes. Pero, al mismo tiempo, el estómago me da esa punzada
que me produce terror al imaginar que pueda volver a caer y tú, de nuevo, desaparezcas sin más, dejándome con cara de tonta.
Me pillas con la guardia baja por la confianza y la alegría de los últimos acontecimientos y los muros de mi castillo son fáciles de derribar. Creo que lo mejor es no sacar conclusiones precipitadas, dejar que reveles tu estrategia y si tu ejército se decide a atacar, ver si vale la pena luchar o es mejor una retirada a tiempo...

martes, 8 de marzo de 2011

Madrid


Cada vez me cuesta más volver de allí. No sé que tiene la ciudad, es como una fuerza magnética que me atrae hacia su interior, un fina tela de araña que me atrapa y me enreda en cada uno de sus rincones. Nunca dejo de sorprenderme. En cada viaje exploro nuevos lugares, redescubro los que ya conocía. Es como si la ciudad se reinventara para mi o tal vez sea yo la que se está transformando, no sé. Lo que sí sé es que necesito pasear por sus calles, perderme en El Retiro, sentarme en la butaca de uno de sus teatros para recargarme de energía o simplemente para disfrutar sin más, dejando aparcadas por unos días preocupaciones, obligaciones y decepciones.
Dicen que todo el mundo tiene un lugar para perderse... yo creo que he encontrado el mío :)

jueves, 3 de febrero de 2011

Caminos



Caminos que ahora se desvanecen
caminos que hemos de hacer solos
caminos junto a las estrellas
caminos que ahora no están

Lo dejamos todo, el corazón encendido por el mundo
por las paredes de la muerte sobre la piel
éramos dos pájaros de fuego sembrando tempestades
ahora somos dos hijos del Sol en este desierto

Nunca es demasiado tarde para volver a comenzar
para salir a buscar tu tesoro
Caminos, sueños y promesas
caminos que ya son nuevos

No es sencillo saber hacia donde has de ir
toma la dirección de tu corazón
Nunca es demasiado tarde para volver a comenzar
para salir a buscar tu tesoro

Caminos que ahora se desvanecen
caminos que has de hacer solo
caminos junto a las estrellas
caminos que ya son nuevos...

sábado, 15 de enero de 2011

Presentimientos


La noticia no fue una sorpresa sino más bien una confirmación.
No puedo decir que me alegro porque la palabra rencor nunca tuvo cabida en esa historia por más daño que me hicieras, pero sí una cierta sensación de que era cuestión de tiempo que ocurriera. Los cambios se sucedieron rápidamente, de manera inlógica. Tú, tan sereno, tan seguro de tí, tan "perfecto" decidiste dar un giro de 180º a tu vida, alejarte de todo y de todos. Yo no entendía tu manera de actuar, llegué a pensar que eras un extraño, que todo lo que habíamos vivido sólo estaba en mi imaginación y que la realidad, de repente, se hacía presente como un mazazo.
Pero ayer, cuando me lo estaban contando, me dí cuenta de que sí te conozco, que detrás de esa fachada perfecta de "aquí no ha pasado nada" no hay un superhombre invencible sino alguien que trata de esconder su fragilidad y vulnerabilidad, esa que yo supe ver hace mucho tiempo por más que intentaras ocultarlo.
No voy a negar que estoy algo asustada de que nos volvamos a cruzar en el camino. De hecho el otro día me vino muy bien que no me encontrara bien para que no ocurriera, porque tenía el presentimiento de que me iba a tropezar con esa noticia y creo que hubiera resultado cuanto menos incómodo para mi escucharla de tus labios. Al fin y al cabo, fui consciente de mis sentimientos hacia tí en tu anterior ruptura y no quiero pensar en la posibilidad de que la historia se repita y se vuelvan a abrir las heridas que costaron tanto de cicatrizar, porque yo sí sé lo tremendamente frágil que puedo llegar a ser...

domingo, 9 de enero de 2011

Pasos inciertos

Estoy escuchando un tema nuevo y tiene tanta fuerza que me están dando ganas de volver a lanzarme al vacío. O tal vez ese deseo ya estaba presente y al mezclarse con la canción crece a una velocidad vertiginosa. No sé si me estoy equivocando o no. La verdad es que soy especialista en eso. Pero he decidido que no voy a bloquear las puertas de mi corazón, que si quiere saltar no le voy a impedir que lo haga. Estoy dando pasos sin rumbo fijo, sólo por el mero hecho de querer darlos, porque hay algo en mi interior que me dice que lo haga, que no me dé por vencida y que si me apetece correr el riesgo... ¿por qué no? Quizás me arrepienta, porque la razón me dice que esto no va a ningún sitio, pero es que esta historia no ha tenido ninguna lógica desde el principio. Y si con mi tendencia de complicarlo todo y ver cosas donde no las hay... ¿es todo más sencillo de lo que parece? De momento, parece que no hay silencio por respuesta, aunque no sé si realmente eso es buena señal. Creo que lo mejor es seguir caminando, sin grandes expectativas, y a ver qué pasa...

Mi foto
Porque los senderos son sabios y las casualidades siempre tienen una razón de ser...