Ahora y aquí

Cuando llevas una temporada en la que las ilusiones parece que se hayan ido a otro lugar, lejos de tu corazón, cuando la rutina se ha convertido en dueña y señora de tu día a día y las lágrimas sin un motivo concreto y con cientos de ellos se convierten en tus compañeras de viaje, intentas ocupar tu mente con cien mil historias para que las palabras miedo y dolor que llevas escritas con luces de neón en tu interior no sean visibles para nadie.
Pero en el silencio siempre hay una voz que te anima a saltar y en la oscuridad más absoluta siempre se encuentra una grieta por donde atraviesa la luz.
Ayer fue una de esas noches en las que tras una semana agotadoramente sin sentido decidí darle a la tecla del valor, ese que tantas veces me falta y hace que me quede inerte, inmóvil. Y en la espera de la respuesta a esa acción, me entró un arrebato de creatividad que no me dejó dormir, supongo que sería fruto de la ansiedad. Y me alegré mucho al ver que las musas me visitaban después de mucho tiempo de desencuentros. Me han acompañado durante todo el día de hoy y espero que se quieran quedar más tiempo :)
Y el día parece que acaba bien, me llegó la respuesta que me dice que mis pasos avanzan, no sé hacia qué lugar, pero como dice mi ángel de la guarda: "Es bueno adentrarse en los desconocido porque vas aportando luz al camino que andas y siempre hay de todo y en ese todo tb esta lo bueno".
GRACIAS.

Granada

Cómo me gustaría seguir allí, dejarme envolver por su embrujo y no pensar. Creía que vendría con energías renovadas que me hicieran tomarme mi rutina diaria con más ganas o al menos sin esa sensación de agobio que me oprime; que la distancia me ayudaría a ver las cosas con mayor relatividad... Pero no, sólo fue una tregua en el tiempo, unos días de desconexión (que falta me hacían) pero una es como es y la realidad es la que es y este otoño me sienta igual de mal que todos los otoños.

Tengo la sensación de estar estancada en mi maraña de sentimientos, sin saber que es lo que quiero... O tal vez si lo sé y me da miedo admitirlo. Necesito ilusiones nuevas que me lleven a querer adentrarme en otros caminos porque en el que estoy me da la sensación de que el miedo me hace caminar en círculos y no avanzo. Será cuestión de salir a buscarlas...