miércoles, 29 de septiembre de 2010

Vulcano


Mi montaña rusa de sentimientos otoñales sigue con sus subidas a alturas impensables y bajadas de vértigo en caída libre. Me siento como un volcán a punto de entrar en erupción, con toda esa lava quemándome por dentro...
Hoy es uno de esos días en los que siento una punzada en el estómago que no me abandona y que me oprime de tal manera que me cuesta hasta respirar. Llevo varias noches sin apenas dormir con un cóctel mezcla de miedos, inseguridades, esperanzas, curiosidad y muchas ganas de llegar con mi barquito a puertos de tierras desconocidas y dejarme sorprender por sus rincones...
Desterrar mis miedos es mi eterna batalla. Y aunque llevo unos días en los que los nervios se han convertido en mis fieles compañeros de camino, estoy contenta porque esos retos imposibles, esos muros que nunca creí poder derribar van derrumbándose poco a poco. Estoy segura que toparé con otros, pero espero que la confianza que lentamente va aferrándose a mi no me abandone, sino que se convierta en una aliada cada vez más fuerte...

lunes, 20 de septiembre de 2010

Escondida

Luchando contra mi miedo interior, agarrándome a mis sentimientos siderales.
Tal vez porque soñar mitiga el dolor, porque mientras vuelo en el espacio evito el daño que pueda provocar caer al suelo.

Escondida...
Queriendo gritar harta de tanto silencio.
Dejarme llevar por el corazón y hacer oídos sordos a mi razón.
Y me pregunto si vale la pena continuar en esta batalla o me decido a viajar a nuevos lugares por descubrir. Lugares que no sé si me atraparán con su encanto pero a los que si no voy nunca lo sabré.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Cambios


Parece que el verano llegó a su fin y septiembre ha entrado como un huracán removiendo todo a su paso y cambiando las cosas de lugar.

En el trabajo estaba relajada hasta ahora porque sabía que aquello que aún no dominaba otras personas lo podían hacer, pero el cambio de compañeras ha hecho que tenga que coger el toro por los cuernos antes de creerme que estaba preparada para ello. Tal vez esa sea la manera más rápida de asumir responsabilidades, de aprender y, sobretodo, de confiar en que soy capaz y extraer mi autoestima del subsuelo. El miedo y la inseguridad son mis constantes caballos de batalla...

Septiembre es mes de nuevos propósitos y en mi cabeza hay miles, pero todos liados entre sí y no sé por donde tirar del hilo para deshacer la madeja e ir tejiendo mi futuro inmediato.

Estoy intentando algo que me cuesta mucho: dejarme llevar y no pensar demasiado. Pero mi cabeza está acostumbrada a analizarlo todo y darle cien mil vueltas a las cosas cuando detecta que el corazón se anima a echar a volar, a saltar al vacío. Se me hace tremendamente raro que alguien esté interesado en conocerme pues no me considero demasiado interesante. Aunque he de confesar que tengo muchas ganas de seguir el juego, de lanzarme a la piscina y nadar, dejándome llevar por la corriente a nuevos mundos a ver qué pasa.

Y por último, estás tú, tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Al menos estos días vuelvo a ver la sonrisa en tu cara y eso me tranquiliza, aunque quisiera poder tener algo más que eso. Igual si me lanzo a la piscina, si me dejo fluír, no esté tan pendiente de tí porque sé que al final voy a terminar haciéndome daño...

sábado, 4 de septiembre de 2010

Sonrisas en horas bajas

Me duele ver que esa sonrisa que me cautivó desaparece por momentos de tu cara para dar paso al agobio. Pero aún me duele más no saber que hacer para que vuelva a aparecer. Te siento cada vez más lejos. Creí que me daría igual, que tal vez eso era lo mejor que podría ocurrir pero, como siempre, era mi eterno escudo para negar la realidad. Me encantaría darte un abrazo, decirte que estoy aquí si me necesitas, pero sé que no lo voy a hacer.

Tal vez sea mejor dejar las cosas como están y no pensar. Además, en estos momentos no sé si tengo la suficiente energía positiva para irradiar a los demás. El fantasma de los fracasos pasados aparece cada día ante mí en ese sótano, con esa fachada perfecta y que cada vez estoy más segura de que es sólo eso: fachada. Pero, aunque no me quiero dejar vencer, mi autoestima se vuelve chiquita por momentos y me da rabia, mucha rabia...

Mi foto
Porque los senderos son sabios y las casualidades siempre tienen una razón de ser...