domingo, 22 de agosto de 2010

Reencuentros


Allí sentados, sobre aquella roca, con el rumor de las olas y el sonido de las cigarras de fondo parecía como si el tiempo se hubiera congelado. O más bien las manijas del reloj habían girado en sentido contrario, parándose en aquellas noches de tus 17 y mis 18 en las que la diversión y las risas eran el motor de nuestra existencia.

Mientras escuchaba tus batallitas por tierras lejanas, te miraba y pensaba que el tiempo te había tratado bien, aunque supongo que las heridas, que sé que existen, no se ven por fuera. Es curioso, cuando pensábamos en el futuro creíamos que al llegar aquí nuestra vida ya estaría "encauzada" y sin embargo creo que lo teníamos todo más claro entonces, jeje

No podía apartar la vista de esos hoyuelos en tus mejillas cuando sonríes que me volvían y me vuelven loca (secreto inconfesable). La verdad es que siempre me sentí atraída por tí, pero fue algo a lo que no quise prestar demasiada atención pues siempre andaba ocupada en sueños románticos que al final quedaron en eso: sueños.

Supongo que llevo unos días con el corazón en un constante sube y baja, que pasa del frío al calor y viceversa a la velocidad de la luz y por eso te estoy escribiendo ésto, porque no encuentro explicación lógica y razonable.
En resumen: me ha encantado volver a encontrarte.

martes, 10 de agosto de 2010

Me da miedo tu calor...

Suena la alarma otra vez
Son las siete menos diez
Bebo un sorbo de café
Mientras veo amanecer

La rutina de un día más
Se evapora cuando tu estás
Y se esfuma la soledad
Por la puerta de atrás

Tu sonrisa cautivó
A este frío corazón
Derretiste mi interior
Me da miedo tu calor

Mi alma arde al oír tu voz
Me transformo no sé quien soy
Me pregunto si esto es amor
O es mi imaginación

La rutina de un día más
Se evapora cuando tu estás
Y se esfuma la soledad
Por la puerta de atrás

Mi alma arde al oír tu voz
Me transformo no sé quien soy
De tu mano puedo saltar al vacío y confiar


Mi foto
Porque los senderos son sabios y las casualidades siempre tienen una razón de ser...