Otro andén

Si crees que el mundo se te escapa en ese tren,
que no lo alcanzas por más que intentes correr,
piensa que tal vez tu mañana
te esté esperando en otro andén.

Si las cosas no son como imaginabas
en los cuentos que inventabas al crecer.
Si los príncipes se han convertido en ranas
y los castillos en barcos de papel.

Miras al cielo, están las nubes otra vez,
el sol decide que hoy no se va a dejar ver.
Te has olvidado el paraguas
y ahora no para de llover.

Si las cosas no son como imaginabas
en los cuentos que inventabas al crecer.
Si los príncipes se han convertido en ranas
y los castillos en barcos de papel.

Busca la confianza
Una respuesta a tus porqués.
La oscuridad da paso a
la luz de un nuevo amanecer.


Quizás cuando lo escribí era una premonición, aunque realmente creo que es la historia de mi vida... Lo bueno es que el sol sale todos los días, aunque haya alguno en el que las nubes no nos lo dejen ver.

Ya no formas parte de mis días...

Recuerdo ese momento perfectamente. Es curioso como 6 años después el gris del cielo está exactamente igual que aquella tarde. Parecía como si quisiera expresar aquello que yo intentaba ocultar por todos los medios y que tanto sacrificio me costó. La lluvia tenue eran las lágrimas que yo estaba reprimiendo con todas mis fuerzas.
No iba a llorar, lo tenía muy claro. No iba a permitir que me vieras derrotada. Podías estar tranquilo porque no iba a estropear tu día tan importante.
No sé si por cinismo o por intentar "normalizar" la situación habías querido que yo estara allí. Hubiera podido buscar alguna excusa para no aparecer pero no lo hice. Tal vez verlo con mis propios ojos era la terapia de choque que necesitaba para borrarte definitivamente de mi cabeza y de mi corazón...

Hacía frío afuera, mi cuerpo estaba tiritando pero mi alma ardía por el desamor y la decepción. Intenté poner la mejor de mis sonrisas cuando te acercaste y creo que fuí bastante convincente. Había tenido un buen maestro en el arte de la falsedad.

Han pasado los años, el dolor lentamente fue desapareciendo. Dejaste de ser parte imprescindible de mi vida para pasar a ser un recuerdo. No voy a negar que a pesar de todo hubo muy buenos momentos, no sé si del todo sinceros por tu parte pero me da igual: me quedo con lo que viví, con lo que sentí, con los momentos de risas, con los momentos de complicidad en los que bastaba mirarnos para decírnoslo todo.
Ya no hay rencor, ya no hay rabia, la herida cerró y la cicatriz apenas es un esbozo.
Como dicen al otro lado del charco: Que te vaya bonito... :)

Serenidad

Estos últimos días no me ha gustado la imagen que he visto de mi misma. Llevaba tiempo manejando una bomba de relojería, una mezcla explosiva de nervios, estrés, desconfianzas e inseguridades que al explotar provocó una onda expansiva de tal magnitud que no dejó una sola célula de mi cuerpo sin recorrer.

Sí, ya lo sé, vivo en el mundo real y aunque quiera creer en las buenas intenciones, en la sinceridad de los demás; las mentiras, falsedades y egoísmos están ahí. Pero tampoco puedo dejarme llevar por el desánimo porque las cosas no sean de color de rosa. Lo importante es seguir mi camino, creer en él, ese que sea el correcto o no es el que yo he elegido.

Tal vez andando no se vaya tan rápido como en avión pero lo importante es que cada paso lo doy por mi misma, sin trampa ni cartón, siendo fiel a esos valores en los que creo y sabiendo que no lo hago sola. Equivocada o no es mi manera de vivir, no sé hacerlo de otra forma y creo que no me va tan mal...

Porque lo esencial no es llegar a la meta final cuanto antes sino sentir, descubrir, aprender, gozar de cada paso para que, al llegar al destino, el alma esté llena y serena.