lunes, 6 de febrero de 2012

Mario

Nos conocimos hace 6 años en una boda, nos presentaron y estuvimos hablando un ratito pero no recuerdo ni de qué. Parece que desde entonces preguntaba por mi, pero ya nunca nos volvimos a ver.
Este 2012 empezó con él, en una encerrona que los novios de aquella boda me prepararon. Apareció allí, de repente, a tomarse la última antes de irse a casa. No cruzamos palabra porque cada uno estabámos en un extremo de la mesa y además, la situación fue para mi cuanto menos incómoda.
Desde ese día parece que empezó a crecer su interés por mi y tras varios sms, ayer quedamos para tomar un café. Me sentí desconcertada porque había hecho muy bien sus averiguaciones de inspector Gadget y se sabe mi vida en verso. La conversación fue muy agradable, casi no hubo silencios, nos entró a los dos la verborrea que producen los nervios. Me da miedo porque parece que él lo tiene muy claro y yo no. Sólo sé que el olor de su colonia que no sé identificar se me ha quedado grabado y que se llama Mario, como el protagonista del musical que cambió tantas cosas en mi vida, no sé si eso será una señal. No quiero pensar, voy a dejarme llevar y a ver qué pasa en el siguiente café...

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